lunes, 30 de junio de 2008

Un día algo más serio

Como ya avancé en la entrada anterior, hoy tocaba ir a la Universidad y comenzar con el programa. Fundamentalmente se ha dividido la mañana en 4 cosas:

- Orientación.
- Prueba de nivel.
- Contacto con los encargados de las actividades extra.
- Tour por el campus.

La orientación ha sido llevada por la misma persona que ya en el autobús (que nos llevó de Osaka a Kyoto) comentó los aspectos básicos del programa. Esta vez ha sido más extenso, con datos de cambios de aula y otros detalles. Tiene una voz muy clara, debería ser locutor de radio.

A continuación venía la prueba de nivel. En realidad ha sido muy sencillo. Sólo ha sido una entrevista de unos pocos minutos, en grupos de gente que tiene a priori un nivel similar. Nos han hecho preguntas sobre el tiempo que llevamos estudiando japonés, dónde estudiamos, qué visitamos ayer... todo acorde con ese nivel presupuesto. En seguida han sabido situarnos, y hemos salido. Los resultados vendrán mañana. En teoría hay tres posibles niveles... ¡a ver si logro entrar en el intermedio!

Teníamos tiempo hasta las 12:50, así que nos fuimos a una de las cafeterías del campus. Hay varias, cada una con su nombre. En ese momento hemos ido a la "Compagno", pero familiarmente la llaman "paño", ¡algo que puede resultar gracioso! Como no tenía hambre, sólo he tomado un zumo de pomelo y uva enlatado ¡muy rico! De momento no quiero probar otro té (después del disgusto de ayer), pero en un par de días prometo que tomaré los que me ha sugerido un amigo: 十六茶 (Jyuurokucha) y Ryokucha, entre otros.

Al volver al aula donde tuvo lugar la orientación, estaban ya preparados los encargados de las actividades extra. Nos hemos reunido con ellos, y nos han explicado el lugar y los horarios. Le he pedido al encargado de Kendo que por favor me indicara un lugar donde pudiera encontrar indumentaria básica (hakama y dogi, éste último a ser posible fino y fresco para verano). Sólo me lo ha podido localizar parcialmente, pero ahí han entrado en juego las ayudantes y me han prometido que iríamos a la tarde a la tienda a comprarlos. Luego ha tenido que ser pospuesto hasta mañana, pero es que todos andamos ocupados... ¡y las ayudantes más! Tienen sus propios quehaceres además de ayudarnos y ponernos las cosas fáciles.

En cualquier caso, mañana a las 12:20 hemos quedado en ir a la tienda a ver qué se puede encontrar. ¡Será la primera vez que veo el stock con mis propios ojos y no a través de una pantalla de ordenador!

Nota: la hakama y el dogi no me los traje porque tuve que apurar al máximo el peso de la maleta. A la vuelta tengo más margen porque gastaré cosas del neceser y no llevaré los regalos a la familia.

Después tocaba el tour por el campus. Nos han enseñado los lugares que necesitaremos con mayor frecuencia: las aulas de clase, la biblioteca y las salas de ordenadores. En la biblioteca había bastante gente: se conoce que hasta julio tienen que seguir estudiando. Lo curioso es que entre gente estudiando, también se veían otros que dormían apoyados en la mesa. Esto en realidad es muy normal: uno se encuentra gente durmiendo en cualquier lugar y postura: autobús, biblioteca, banco de la calle y más. Es todo un arte, comparable a lo de echar siesta.

Entre edificios y edificios (más de 10, todos apretados en un campus de piedra), hemos subido a uno un poquito más alto y he podido fotografiar la primera vista de Kyoto con algo de altura, y obtener algo parecido a una vista más global de la ciudad:



Como véis el tiempo ha mejorado mucho respecto a ayer.

Los teclados de los ordenadores japoneses no se diferencian demasiado de los occidentales. Sólo superponen las teclas del silabario hiragana. esto ocupa más que el abecedario occidental, y por ello, en las teclas de números también están los caracteres de hiragana escritos. Supongo que el katakana se escribirá al pulsar el Bloq Mayús.

Por último, nos han enseñado las instalaciones deportivas. El lugar donde practicaremos Kendo es muy caluroso, así que tocará sudar (como casi siempre). Sólo espero que para entonces ya tenga listo el dogi de tejido fino.

Después, hemos estado charlando todos los ayudantes y los estudiantes de Navarra y Salamanca (una chica y un chico muy majos con los que hemos hecho buenas migas). Una de las ayudantes, Yuri, se ha ofrecido a ayudarme para comprar un móvil. Al parecer, tienes que ser japonés o disponer de algún tipo de registro en el visado para poder comprar un aparato de estos (no me ha quedado del todo claro). Pero Yuri se ha ofrecido otra vez (hay que ver hasta qué punto se involucran) a poner el móvil a su nombre. Claro, lo he pagado yo, pero el aparato costaba sólo 5880 yenes... ¡y es casi tan bueno como el mío! Cámara, internet, videollamada... eso sí, luego tocaba comprar una tarjeta de prepago. He cogido una de 3000 yenes. Por lo menos hay una oferta buena que te permite enviar SMS ilimitados durante un mes por 300 yenes. Está muy bien.

Esto del móvil facilitará mucho la comunicación entre los ayudantes, o gente de Japón en general, y nosotros... al menos mientras estemos aquí. Compensa respecto a la tarifa internacional y el alquiler de móvil (500 yenes/día más consumo).

Aprovechando que íbamos desde la Universidad al centro, hemos parado en el hotel para dejar unas cosas. Pero salimos enseguida hacia la zona más comercial. Allí, como no había comido nada desde la mañana, he entrado un momento al McDonald's... ¡en vez del euroahorro tienen el yenahorro! La que allí cuesta un euro aquí cuesta 100 yenes, ¡te ahorras más del 50%!

Enseguida, hemos entrado en un amplio entramado de calles con tejabana llenas de tiendas: desde tiendas de pelucas (pelucas para vestir, en plan serio), pasando por tiendas de ropa informal o tradicional (con kimonos), hasta las tiendas de manga y los casinos Pachinko (cómo no). Cada pocas tiendas se veía a una persona-anuncio, que se dedicaba a atraer a los clientes dando voces, diciendo que tenían el mejor producto etc. etc. Otros lo hacían más callados, pero sosteniendo un cartelón. Cada tienda además tenía su hilo musical. Aspecto general de la zona:



De vez en cuando se ven personas vestidas de la manera tradicional. No sé si es algo habitual o porque la ciudad va a comenzar mañana el Festival de Gion. ¡Ya me enteraré!

¡Por cierto! Sé de uno que me pidió un muñeco de un personaje con forma de rana. He preguntado en una tienda que tenían bastantes cachivaches tipo bolsitas y algunos peluches, pero casualmente no tenían los de las ranas esas. ¡Seguiré buscando!

He entrado en una tienda de manga, y he grabado un vídeo cortito. Había de todo, desde clásicos como Akira, a nuevos de los que nunca había oído hablar (la mayoría). Temática variadísima también. Aquí entra gente variopinta: algunos perfectamente trajeados, otros más informales, pero todos se quedan un buen rato pasando hojas.

Iba con Mariana y Leyre, que paraban en cada tienda de ropa para chicas. Como me veían un poco aburrido por eso de esperarles, me han dado permiso para perderme por ahí. ¡Y vaya si me he perdido! Sabía más o menos dónde estaba la tienda de artículos de Kendo, así que me he aventurado a ver si la encontraba por mi cuenta. No ha podido ser, más que nada porque las tiendas que están lejos del centro cierran antes (y esta tienda estaba en la zona de cerrar pronto). A las 7 y media era casi noche profunda y la zona empezaba a estar muerta, así que me volví al centro, donde habíamos quedado. Pero en el paseo he podido ver cosas como el ayuntamiento:



Esa especie de aspa entre las banderas es el símbolo de Kyoto.

El río Kamo, que atraviesa de norte a sur la ciudad. Está flanqueado por un paseo que la gente usa para pasear o jugar:



Y finalmente, hemos ido a cenar junto al río, en una terraza de un restaurante tradicional. La zona era una gozada. De nuevo, nos quitamos el calzado y nos sentamos en el suelo, donde había mesas bajas. Había compañías muy agradables:



Había muchas terrazas que daban al río, todas tenían el mismo tipo de negocio. ¡Y la verdad es que funcionaban! Estábamos encantados con el lugar, pero luego ha venido la vuelta a la realidad, ya que las raciones eran pequeñas... y el estar en la terraza sumaba 1500 yenes a cada uno en la cuenta. ¡Tooooma sablazo!

Mañana día tranquilo, sólo están programadas las primeras clases. Eso sí, luego toca comprar lo del Kendo y a la tarde primera clase. ¿Cómo será? ¡Estoy impaciente!

Por cierto, he colgado el vídeo friki del autobús. La voz decía "tobira ga shimarimasu" (la puerta se cierra), ya lo he editado.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Mañana pasalo bien en Kendo.Cuando sudes,bebe algo y cuando te cansas,descansa.¡Animo!

川合元二(Kawai Genji)

Xabier Cortes dijo...

¡Gracias Genji!

A ver si encuentro esa bebida, Calpis. Aunque sea muy dulce habrá que probarlo.

¡Que sigáis bien!