Así, como a él también le ha tocado hacer de turista en Kyoto, nos preguntó qué habíamos visitado, y qué tal la excursión a Osaka.
En cuanto a nueva materia, nos ha dado pautas para explicar a la familia cosas sobre nuestra propia familia y lugar de procedencia.
Después de clase, había quedado con Kuni de nuevo. Esta vez para ir al parque de atracciones de Universal Studios, en Osaka. Se supone que también iba a venir uno de los ingleses, pero tras pedirle que esperara quietecito después de comer, desapareció misteriosamente.
Estuvimos buscándole por todas partes, pero inútil. Al menos se nos unió Andrew al plan, uno de los australianos de intercambio.
Tomamos el tren hacia Osaka, y en una hora aproximadamente, ya estábamos a las puertas del parque (había una estación a 100 metros de la entrada, todo un lujo).
Una vez dentro, lo que choca es que, de repente, parece que has abandonado Japón. Estaba lleno de banderas de Estados Unidos, edificios del estilo de allí, música de fondo de películas de Hollywood...
Pero seguíamos en Japón. Como muestra, esta exhibición de Hello Kitty. Muy empalagoso, pero a los pequeñines les entretenía.
La primera atracción consistía en la típica montaña rusa. La cola era un poco más larga que las del resto (era miércoles, así que tampoco es que hubiera demasiada gente). Nada más montar te subían por una especie de túnel a modo de lanzadera, para caer bruscamente y empezar el recorrido de vueltas, curvas y piruetas varias. Muchas fuerzas g y un montón de adrenalina acumulada después.
Una vez abajo de fijabas en el recorrido de la montaña y bueno, pasabas encima de la gente que paseaba tranquilamente por ahí. Ya se darían algún susto oyendo a la gente gritar, ¡jajajaja!
Después probamos una especie de paseo en barcaza. La chica que conducía el barco montaba un show en el que intentaba acabar con el tiburón gigante que aparecía aquí y allí mostrando sus fauces.
Lo más espectacular fue el incendio (real) de un montón de gasolina sobre el agua. Sorprendía el calor que desprendía, ¡aunque estábamos a más de 15 metros!
Una vez capturada la presa había que hacerse una foto con el causante de tantos problemas:
Lo curioso es que te hacían la foto con tu cámara si querias, pero luego podías comprar la foto que te hacían ellos con su cámara... ¡por 1200 yenes! Andrew comentaba: ¿por qué voy a pagar por algo que ya tengo y es igual? Es una obviedad, pero es que tiene mucha razón.
Lo siguiente, el parque jurásico. Montamos en una barcaza y a pasear por el agua otra vez. Encontrabas bichos gigantes por aquí y allí, unos fieros, otros tranquilos. Al final, te subían a una zona alta. Y claro, luego había que volver abajo. Nos dejaron caer por una cuesta muy inclinada para frenar en el agua. Acabamos empapados, por supuesto. ¡Bueno, un poco de fresquito no viene mal!
Después tocaba acercarse por la zona de "Regreso al futuro". A la entrada, nos encontramos con el cochecillo que te lleva por el espaciotiempo. Un buen trasto, ¿no?
La atracción consistía en el típico carro que se mueve en función de las imágenes que tienes delante. Lo bueno es que la pantalla era una gran semiesfera, así que la sensación era realista. Nos tocó perseguir a un loco que robaba un segundo coche de estos, por diferentes escenarios espaciotemporales.
Siguiente, otro cochecito similar, el de Spiderman. Pero en este tocaba ponerse las gafas 3D. Así, daba la sensación de que el hombre araña se posaba en nuestro carro. Lo mismo con los malos, que amenazaban con acabar contigo. Menos mal que aparecía el héroe por allí para salvarnos.
Aunque claro, como hablaban en japonés era un pelín difícil seguir el argumento.
Para terminar, montamos en la de E.T. Esta ya era más tranquilita y más colorida. Al principio, antes de montar, te pedían que dijeras tu nombre, porque E.T. lo diría al final del recorrido. Como decir nuestros verdaderos nombres podía ser un problema, Andrew y yo decidimos ponernos nombres japoneses. Andrew se hizo llamar Takeshi, y yo... ¡Yasushi! Ya siento si esto molesta al auténtico y verdadero Yasushi, pero es lo primero que me vino a la cabeza. Había que hacerlo rápido para que los de la cola no tuvieran que esperar.
Montamos en una especie de carro-bici, con un E.T. en el cestillo delantero. Nos tocó escapar de policías que querían capturarlo. Mientras tanto, veíamos aquí y allí extraterrestres de lo más variopinto. Finalmente, E.T. agradeció la colaboración prestada diciendo "nuestros" nombres.
Hacía las 18h llovió intensamente, dejando el parque bastante vacío.
Y finalmente ya es casi de noche. Antes de irnos, tomamos algo para merendar en una cafetería del parque. Cobraban un pelín más de lo normal, pero asequible después de todo. Menudo techo que han preparado tanto para la lluvia como para el sol. Aquí se concentró la gente mientras cayó el chaparrón.
Y por supuesto, para despedirse, había que hacerse la foto de rigor con el mundo a nuestras espaldas. Le pedimos a una persona que nos hiciera la foto. Le pedí que nos sacara la foto. Me extrañaba que no dijera nada, pero accedió igualmente. Luego Kuni me aclaró el asunto. Les había oído hablar en coreano, por eso no decía nada. Y yo todo feliz pidiéndoles en japonés que nos sacaran la foto...
Bueno, y una vez fuera, tocaba volver a Kyoto. Pero ahora... ¡es casi hora punta!
Hay bastante gente en las estaciones, pero no es algo exagerado. Por lo menos, no nos ha tocado la hora punta-punta.
Cuando vayáis por estas estaciones, atended a los sentidos de circulación de las escaleras. Cuando no hay mucha gente, los japoneses no parecen respetarlos, pero supongo que eso cambiará cuando esté repleto.
¡Formen filas! ¡Fiiiiiirmes! Ah, no hacen caso, están leyendo el periódico. Forman dos filas, que se separan cuando los que están dentro del vagón van a salir. Así se forma un pasillo que facilita la salida de los pasajeros. Y las filas son así porque como mucho entran dos personas a la vez por la misma puerta. Fijáos también que en el suelo hay un pequeño cartel azul que indica que la puerta estará ahí cuando llegue el tren. Está todo medido.
Una vez en Kyoto, cenamos en la misma estación, que ya visitamos el otro día. Fuimos a otro restaurante de sushi con cinta transportadora de platos. Muy rico todo, pero... ¡no me di cuenta de que el diseño del plato indicaba su precio!
Así que tomé alegremente algunos bastante caros. Y la cena me acabó saliendo por 2200 yenes. No es que fuera carísimo, pero sí para los estándares que estoy viendo por aquí.
En primer plano tenemos el grifo de agua caliente (mucho, quema) para echarla sobre el vaso con polvo de té verde. Así tienes tanto té como quieras para la comida, pues tienes la cajita con el té en tu mesa. Gratis, por supuesto.
La camarera accedió gustosamente a hacernos una foto. Ella misma se autofotografió, se le ve en el espejo del fondo.
Mirad qué reloj más curioso. Todos estos estaban disponibles en el restaurante:
Hum, para ser aquí ya es un poquito tarde para terminar de cenar. Hay que pensar en volver al hotel. Así que Andrew y yo tomamos el autobús y Kuni se fue en... tren, supongo.
Los compañeros hicieron otro plan. Sé que por fin consiguieron visitar el Nijo-jo (castillo de Nijo). Ay, qué rabia me da no haber ido. Me tomaré una tarde libre para acercarme, no puedo quedarme sin verlo. No está lejos del hotel.
Y eso es todo. El jueves hay clase y kendo. El martes no pudimos ir por el viaje a Osaka. ¿Habrá ración doble?
6 comentarios:
Hola,
Que te parecio Osaka?
Personalmente pienso que hay lugares que valen mas la pena visitar antes que Osaka, por ejemplo Himeji Castle (aunque en este caso el castillo por dentro este vacio por fuera es muy bonito y tambien los alrededores),donde se rodo una pelicula de James Bond hace mucho tiempo con Sean Connery.
A mi tambien me gusta muchisimo el okonomiyaki y los takoyaki.
Las " judias verdes" a las que te refieres se llaman "edamame".a mis hijos les encanta.
El Alejandro al que te refieres es mitad espanol,mitad japones de Vitoria ?Si fuera asi, le das recuerdos de mi parte.
Que sigas disfrutando de tu estancia, y sigue escribiendo!!
Arigatou.
Kawai
Por favor que la receta sea de ramennnnnn!!!!! jajaja
Veo que te lo pasa genial pero tienes que ir a ver tambien eso del castillo de Osaka.
Por cierto mis concuñados son de Osaka y mañana vienen y me tengo que presentar como se dice hermano menor????? y cuado se hace la reverencia depues del hajimemashite o despues del doozo yoroshiku onegai shimasu
Un abarzo
Tienes razón Kawai, opino lo mismo. Hay cosas más interesantes que visitar Osaka. Pero estaba en el programa y era visita obligada.
De todas formas no me arrepiento de haberla visitado.
Y sí, Alejandro es ese Alejandro del que hablas. Se ha dejado caer por aquí, como suele hacer normalmente. Ya le daré los recuerdos.
Dr. Álvarez: ya has podido ver que la receta es de okonomiyaki, no de ramen. Otra vez será. Y he visitado ya el castillo de Osaka, puedes ver las fotos. :s
Por tus concuñados no te preocupes tanto, seguro que son majísimos. Con darles la mano basta, no besos. Dales tiempo a que se acostumbren a la forma de presentarse de allí.
Lo de la reverencia no sé, no te puedo ayudar. Mientras les das la mano una pequeña inclinación no viene mal, mientras dices "hajimemashite". Creo que con eso bastará. Luego si quieres les dices "yoroshiku" o sus versiones más formales.
Hola,Yasushi-San.
¿cómo el Hollywood↑↑ era?
¿u saben quién i es?
véalo pronto!!
Hum... no sé quién eres, pero por favor, prueba a expresarte en otro idioma en el que podamos entenderte mejor. ¡Gracias!
Y no, yo no soy Yasushi.
Hello!!
I AM KUNNY!!!!
ciao
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